Una vuelta de tuerca a la moda de películas de vampiros, esta vez nos encontramos en una sociedad vampírica donde los humanos son meros recipientes de sangre. Pero surge un problema, empiezan a escasear los humanos y por lo tanto la sangre y se necesita una solución, aparte de este gran problema empiezan a existir mutaciones de los vampiros que no dudan en atacarlos.El guión dentro de la moda hollywoodiense de llenarnos de películas de vampiros y hombres lobo podriamos decir que es "original". La verdad es que la película se hace entretenida, pero nada más.
Las actuaciones de los protagonistas tampoco son muy destacables. El actor principal es Ethan Hawke, no es un actor consagrado ni tampoco brilla por sus actuaciones, Sam Neill hace del vampiro malvado y sin escrúpulos pero tampoco es que sea un papel que puedas lucirte, personaje plano que simplemente se mueve por intereses y como papel secunadario tenemos a Willem Defoe que no creo que haya acertado al elegir esta película para lucirse y que tampoco destaca.
El maquillaje si es un punto a destacar, mutaciones aunque se ven escasamente tienen un aspecto muy real y el maquillaje de los vampiros tambien muy conseguido.
Nota: 5,5
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